Lo que trajo el río

Ficha técnica

Colección: Las mágicas aventuras de la bruja Pamplinas. Libro 5

Autor: Sergio Luz

Ilustradora: Begoña Monge Moreno

Contenido: tres cuentos con 13 ilustraciones a color

Edad: de 6 a 12 años

Formato: 14 cm x 20,4 cm

Número de páginas: 120

Encuadernación: rústica

ISBN: 978-84-126190-4-1

Salida a la venta: 8 mayo 2023

Precio: 10,95 €

Palabras clave:





Ficha técnica

Colección: Las mágicas aventuras de la bruja Pamplinas. Libro 5

Autor: Sergio Luz

Ilustradora: Begoña Monge Moreno

Contenido: teso cuentos con 13 ilustraciones a color

Edad: de 6 a 12 años

Formato: 14 cm x 21 cm

Número de páginas: 120

Encuadernación: rústica

ISBN: 978-84-126190-4-1

Salida a la venta: 8 mayo 2023

Precio: 10,95 €

Lo que trajo el río

Un curioso personaje visita el bosque de nuestros amigos. Se trata de Vladimiro, un muchacho vampiro, Vlady para los amigos. ¡Qué miedo!, ¿no?
Al principio, todos se asustan, pero luego acaban queriéndole. Y es que Vlady se hace querer, es simpático y no le gusta la sangre, como a los demás vampiros. A él le chiflan los merengues de grosella roja. Eso sí, tiene que tomarlos a menudo porque si no se vuelve muy extraño, un excéntrico lunático que habla en verso, tira flores desde el aire, da vueltas sin parar colgado cabeza abajo de un árbol, canta ópera y enseña a bailar a las abejas. ¡Qué cosas tiene Vlady! ¿Qué pasará en esta aventura? ¡Que disfrutéis leyéndola!

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Un curioso personaje visita el bosque de nuestros amigos. Se trata de Vladimiro, un muchacho vampiro, Vlady para los amigos. ¡Qué miedo!, ¿no?
Al principio, todos se asustan, pero luego acaban queriéndole. Y es que Vlady se hace querer, es simpático y no le gusta la sangre, como a los demás vampiros. A él le chiflan los merengues de grosella roja. Eso sí, tiene que tomarlos a menudo porque si no se vuelve muy extraño, un excéntrico lunático que habla en verso, tira flores desde el aire, da vueltas sin parar colgado cabeza abajo de un árbol, canta ópera y enseña a bailar a las abejas. ¡Qué cosas tiene Vlady! ¿Qué pasará en esta aventura? ¡Que disfrutéis leyéndola!

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En una tarde apacible, tras un paseo por su querido bosque, la bruja Pamplinas y Luf se refrescaban los pies en el río Sin. Salpicaban grandes y redondas gotas de agua, que resplandecían bajo el sol como si fuesen diamantes. Las dos amigas se reían de gusto y escuchaban el trinar de los pájaros y el zumbido de los insectos, que, juntos, formaban una bella melodía.
De pronto, los pájaros callaron y los insectos dejaron de zumbar. Un inquietante silencio invadió el río.
— Mira, Pamplinas! —señaló Luf una extraña barca negra, que se deslizaba lentamente por el agua—. Hay algo en el río. Y viene hacia aquí.
—Sí, ya lo veo —contestó la bruja—. Pero no sé lo que es. ¿Puedes ir a investigar?
—Por supuesto —se ofreció, sin dudar, la lechuza.
Luf voló hasta el misterioso objeto. Al acercarse a él, se detuvo en el aire muy impresionada, abrió desmesuradamente los ojos y agitó sus alas con tanto nervio, que se puso a dar volteretas en el aire.
—¡Es un ataúd! ¡Es un ataúd!...

El pedregoso perezoso

El pedregoso Krong llega a casa de la bruja Pamplinas para pedirle ayuda. Un primo suyo, Bong, tiene un grave problema: no se interesa por nada, ni demuestra cariño por nadie. Es perezoso, apenas se mueve y poco a poco se está convirtiendo en una roca. Desde luego, parece un problema serio. ¿Cómo lo solucionará nuestra bruja? ¿Irá a las montañas del norte, donde vive Bong? ¿La acompañarán Luf y Milkifú?
En este cuento aparece por primera vez la cabra Cuchufleta, una cabra muy simpática y entusiasta, amiga de la lechuza Luf. ¿Qué papel desempeñará en esta aventura? ¿Se convertirá Bong en una roca o le salvará Pamplinas?

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El pedregoso Krong llega a casa de la bruja Pamplinas para pedirle ayuda. Un primo suyo, Bong, tiene un grave problema: no se interesa por nada, ni demuestra cariño por nadie. Es perezoso, apenas se mueve y poco a poco se está convirtiendo en una roca. Desde luego, parece un problema serio. ¿Cómo lo solucionará nuestra bruja? ¿Irá a las montañas del norte, donde vive Bong? ¿La acompañarán Luf y Milkifú?
En este cuento aparece por primera vez la cabra Cuchufleta, una cabra muy simpática y entusiasta, amiga de la lechuza Luf. ¿Qué papel desempeñará en esta aventura? ¿Se convertirá Bong en una roca o le salvará Pamplinas?


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Era un día como otro cualquiera. Pamplinas descansaba en su mecedora, junto a la chimenea, mientras una escoba barría el suelo. De pronto, la casa se movió y articuló un prolongado:
—Huummm. No sé, no sé...
—¿Qué pasa? ¿Hay alguien ahí? —preguntó la bruja.
—Sí —se oyó una voz desde fuera—. Soy yo, Krong. ¿Te acuerdas de mí?
—Sí, cómo no —contestó la bruja Pamplinas—. Casa, déjale pasar.
La puerta se abrió y entró un pedregoso. Por si alguien no ha visto nunca uno, los pedregosos son unos seres de roca viva, de unos dos palmos de altura, suelen vivir en las montañas y se alimentan de tierra y musgo.
—Hola, ¿qué tal te va, Pamplinas? —saludó.
—Hola, Krong. ¡Qué bien te veo! Acércate y siéntate a mi lado, junto a la chimenea.
El pedregoso se acomodó en un pequeño taburete y, mirando al...

Una apuesta arriesgada

La bruja Pamplinas quiere demostrar que es capaz de hacer las cosas sin las gafas. Afirma tener buena memoria y acordarse de muchas recetas y conjuros.
¡Qué apuesta tan temeraria! Durante un día entero nuestra bruja hará todo sin ponerse las gafas. ¿Qué sucederá? Sin duda, serán acontecimientos fuera de lo común... ¿Ganará la apuesta Pamplinas?

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La bruja Pamplinas quiere demostrar que es capaz de hacer las cosas sin las gafas. Afirma tener buena memoria y acordarse de muchas recetas y conjuros.
¡Qué apuesta tan temeraria! Durante un día entero nuestra bruja hará todo sin ponerse las gafas. ¿Qué sucederá? Sin duda, serán acontecimientos fuera de lo común... ¿Ganará la apuesta Pamplinas?

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En una soleada mañana, la bruja Pamplinas estaba muy entretenida repasando las recetas y los conjuros de su «Gran y Gordo Libro de Magia». De vez en cuando miraba distraída a Luf, mientras la lechuza se dejaba limpiar sus plumas por un cepillo mágico.
—¡Gira a la izquierda! —le indicaba con paciencia el cepillo—. ¡A tu otra izquierda! ¡No te líes ni te aturulles! ¡Y, ahora, levanta tu ala derecha! ¡No, la izquierda no; tu otra derecha! ¡Pero, no te muevas tanto! ¡Estate quieta!
El cepillo mágico frotaba con cuidado y esmero a la lechuza, dejándola muy limpia y peinada.
—¡Hay que ver cuánta mugre tienes en tu lomo! —comentaba—. No debiste acercarte tanto al troll mientras se bañaba en su ciénaga putrefacta y salpicaba barro. ¿Y esta mancha de la tripa? Seguro que aterrizaste en un charco...
—Ja, ja, ja —se reía Luf de gusto—. Me haces cosquillas. Ja, ja, ja.
—Con tanto alboroto no me...