La bruja Pamplinas y el Espejo Mágico

Ficha técnica

Colección: Las mágicas aventuras de la bruja Pamplinas.

Autor: Sergio Luz

Ilustradora: Begoña Monge Moreno

Contenido: tres cuentos con 41 ilustraciones a color

Edad: de 7 a 14 años

Formato: 14 cm x 20,4 cm

Número de páginas: 188

Encuadernación: rústica

ISBN: 978-84-126190-6-5

Salida a la venta: 12 diciembre 2023

Precio: 14,95 €

Palabras clave:



Este es el primer libro de las aventuras de la bruja Pamplinas con un hilo conductor que las une. En esta ocasión, se trata de un espejo mágico muy especial. ¿Qué magia esconde el espejo que interesa tanto a la bruja Pamplinas? Pamplinas quiere tenerlo y lo buscará incluso en el País de los Terribles Trolls. El libro consta de tres cuentos largos, con ambientes muy diferentes y personajes sorprendentes s y entrañables. Este libro, como todos los demás de la serie de libros de la bruja Pamplinas, está escrito con la intención de regalar sonrisas y hacer compartir un precioso tiempo de lectura, que aficione a los pequeños a leer. Es ideal para leer en familia, pues gusta a los niños y a los adultos.

Ficha técnica

Colección: Las mágicas aventuras de la bruja Pamplinas.

Autor: Sergio Luz

Ilustradora: Begoña Monge Moreno

Contenido: tres cuentos con 41 ilustraciones a color

Edad: de 7 a 14 años

Formato: 14 cm x 21 cm

Número de páginas: 188

Encuadernación: rústica

ISBN: 978-84-126190-6-5

Salida a la venta: 11 diciembre 2023

Precio: 14,95 €

Este es el primer libro de las aventuras de la bruja Pamplinas con un hilo conductor que las une. En esta ocasión, se trata de un espejo mágico muy especial. ¿Qué magia esconde el espejo que interesa tanto a la bruja Pamplinas? Pamplinas quiere tenerlo y lo buscará incluso en el País de los Terribles Trolls. El libro consta de tres cuentos largos, con ambientes muy diferentes y personajes sorprendentes s y entrañables. Este libro, como todos los demás de la serie de libros de la bruja Pamplinas, está escrito con la intención de regalar sonrisas y hacer compartir un precioso tiempo de lectura, que aficione a los pequeños a leer. Es ideal para leer en familia, pues gusta a los niños y a los adultos.

El Monte Baldío

En una noche oscura, en el viejo torreón del castillo del rey Euderico, el mago Aerl conjuraba sobre su caldero mágico. Buscaba la solución a un gran misterio que afligía a todo el reino. De pronto, unas letras comenzaron a surgir del fondo del azulado líquido y se fueron agrupando hasta formar un nombre: PAMPLINAS. De ese modo tan peculiar, nuestra bruja se vio envuelta en una increíble aventura en el Monte Baldío. Muchos acontecimientos extraordinarios tienen lugar en esta historia. La bruja Pamplinas incluso se hace amiga del fantasma del castillo, Rodrigo el Triste. Y, además, Pamplinas se entera de la existencia de un maravilloso espejo mágico... ¿Para qué lo querrá? ¿Resolverá nuestra bruja el gran misterio que atormenta al reino?

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En una noche oscura, en el viejo torreón del castillo del rey Euderico, el mago Aerl conjuraba sobre su caldero mágico. Buscaba la solución a un gran misterio que afligía a todo el reino. De pronto, unas letras comenzaron a surgir del fondo del azulado líquido y se fueron agrupando hasta formar un nombre: PAMPLINAS. De ese modo tan peculiar, nuestra bruja se vio envuelta en una increíble aventura en el Monte Baldío. Muchos acontecimientos extraordinarios tienen lugar en esta historia. La bruja Pamplinas incluso se hace amiga del fantasma del castillo, Rodrigo el Triste. Y, además, Pamplinas se entera de la existencia de un maravilloso espejo mágico... ¿Para qué lo querrá? ¿Resolverá nuestra bruja el gran misterio que atormenta al reino?


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En una noche oscura, en el viejo torreón del castillo del rey Euderico, un mago daba vueltas con su huesuda mano sobre los azulados vapores que ascendían de un caldero.
—Mago, ¿cuál es la respuesta? —preguntó ansioso el rey.
—Espera sólo un poco más. Todavía no se ve claro.
—Pero ¿estás seguro de que el caldero no se equivocará? Mucho está en juego.
—Confía, Majestad. El caldero nunca se equivoca.
—¡Mira, empieza a disolverse la bruma!
El rey se precipitó para ver la superficie del misterioso líquido. Una imagen empezó a formarse en su centro, más y más nítida. El rey y el mago Aerl vieron a una mujer de pelo castaño y ojos azules, ni joven ni vieja, ni alta ni baja, ni flaca ni gorda, ni guapa ni fea, montada al revés en una escoba, volando hacia atrás. Se agarraba fuertemente para no caerse, mientras una lechuza gris de asombrados ojos color miel revoloteaba a su alrededor.
—¿Quién será? ¿Por qué aparece ahora? Tenemos que encontrar a un héroe capaz de ayudarnos. ¡Esta mujer no puede ser! —exclamó sorprendido el rey.
—Majestad, el caldero jamás se equivoca. Quizá no lo entendamos ahora, pero es la persona que tenemos que encontrar para salvar nuestro reino y a la princesa.
—Aerl, viejo amigo, ¿puedes desvelarnos su nombre?
El mago agitó el líquido del caldero...

En el país de los trolls

¡Qué locura la de nuestra querida bruja! Se va al país de los trolls a buscar el Espejo Mágico. Ni siquiera la fiel lechuza Luf se atreve a acompañarla hasta el final. Se queda visitando a su numerosa familia, que vive en el Gran Roble cerca del Bosque Parlante. Para no perderse en este viaje, la bruja Pamplinas lleva como guía al Dedo Señalador, que le indica bien el camino a pesar de que no le guste nada el destino. Es que ya se sabe que los trolls no son una compañía agradable. Son sucios, brutos, feos, estúpidos, malolientes... Nuestra bruja se enfrenta a un montón de ellos y, en especial, a su horrible y terrorífico jefe, Garrote Sucio, el troll más grande, bestia y salvaje que jamás hubiera visto Pamplinas. ¿Conseguirá la bruja el Espejo Mágico? ¿Saldrá de una pieza del país de los terribles trolls? ¿O tal vez sean los trolls los que corran peligro en presencia de nuestra alocada bruja? Esperamos que disfrutéis con las divertidas peripecias de la bruja Pamplinas en los laberintos de los trolls.

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¡Qué locura la de nuestra querida bruja! Se va al país de los trolls a buscar el Espejo Mágico. Ni siquiera la fiel lechuza Luf se atreve a acompañarla hasta el final. Se queda visitando a su numerosa familia, que vive en el Gran Roble cerca del Bosque Parlante. Para no perderse en este viaje, la bruja Pamplinas lleva como guía al Dedo Señalador, que le indica bien el camino a pesar de que no le guste nada el destino. Es que ya se sabe que los trolls no son una compañía agradable. Son sucios, brutos, feos, estúpidos, malolientes... Nuestra bruja se enfrenta a un montón de ellos y, en especial, a su horrible y terrorífico jefe, Garrote Sucio, el troll más grande, bestia y salvaje que jamás hubiera visto Pamplinas. ¿Conseguirá la bruja el Espejo Mágico? ¿Saldrá de una pieza del país de los terribles trolls? ¿O tal vez sean los trolls los que corran peligro en presencia de nuestra alocada bruja? Esperamos que disfrutéis con las divertidas peripecias de la bruja Pamplinas en los laberintos de los trolls.


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Hacía una soleada mañana. La bruja Pamplinas se levantó llena de energía. Estaba de buen humor, tanto que preparó rosquillas glaseadas de muchos colores para desayunar con Luf y Milkifú.
El gato negro saboreaba absorto una rosquilla azul cuando Pamplinas dijo:
—Estoy pensando que podríamos ir de viaje todos juntos. Ya hace tres meses que volvimos de nuestra aventura en el Monte Baldío. Es un buen momento para visitar el país de los trolls.
—¡Puaf! ¡Puaf! ¡Puaf! —Milkifú se atragantó de la impresión con la rosquilla—. ¡Qué cosas se le ocurren! Y en mitad del desayuno y sin avisar—murmuró por lo bajo.
—Mi buen minino, veo que te has emocionado. Parece que te interesa lo que os propongo—comentó la bruja.
—¿Interesarme? ¿Estás chiflada? Tengo muchas cosas que hacer. Además, visto un troll, vistos todos. ¡Ni loco voy allí!
Y, por si a Pamplinas le pudiese quedar alguna duda, Milkifú, con los pelos del lomo erizados y bufando, salió por la ventana con velocidad poco usual en él, para esconderse en un agujero del tronco del árbol vecino.
La bruja Pamplinas se encogió de hombros.
—¿Y tú, Luf? ¿Luf? ¿Dónde estás? ¡Ah, sí! Ya te veo. Te confundí con un jarrón. Como estás tan inmóvil...
La lechuza, tiesa del susto y con los ojos...

El pequeño dragón

La bruja Pamplinas, Luf y Milkifú crían un dragoncito, Draky, un encanto de bebé. No es nada fácil criar un dragón por primera vez. Todo son sorpresas y problemas. ¿Qué comen los bebés dragones? Y ¿por qué lloran por la noche? ¿Cómo calmarles? ¿Cómo enseñarles a volar? La bruja Pamplinas, Luf y Milkifú acompañan a Draky en su primer paseo, en su primer baño, en su primer vuelo... ¡Qué experiencias! Nuestros amigos ni sospechaban que podían querer tanto a un pequeño dragón. Draky cambió su vida y les enseñó una nueva magia muy fuerte y especial. Este es un cuento tierno, amoroso y de sentimientos nobles, escrito con mucho cariño. Los padres podrán verse reflejados en las experiencias de nuestra bruja, que es una mamá novata. ¡Qué cosas le ocurren!

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La bruja Pamplinas, Luf y Milkifú crían un dragoncito, Draky, un encanto de bebé. No es nada fácil criar un dragón por primera vez. Todo son sorpresas y problemas. ¿Qué comen los bebés dragones? Y ¿por qué lloran por la noche? ¿Cómo calmarles? ¿Cómo enseñarles a volar? La bruja Pamplinas, Luf y Milkifú acompañan a Draky en su primer paseo, en su primer baño, en su primer vuelo... ¡Qué experiencias! Nuestros amigos ni sospechaban que podían querer tanto a un pequeño dragón. Draky cambió su vida y les enseñó una nueva magia muy fuerte y especial. Este es un cuento tierno, amoroso y de sentimientos nobles, escrito con mucho cariño. Los padres podrán verse reflejados en las experiencias de nuestra bruja, que es una mamá novata. ¡Qué cosas le ocurren!

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Luf entró como una flecha por la ventana y, en su nerviosismo, fue a estrellarse contra una repisa llena de frascos de pociones y cachivaches varios. Pamplinas, que estaba tranquilamente sentada en su mecedora, se sobresaltó.
—¿Qué ocurre? ¿Quién es? ¡Qué desastre! ¡Mis pócimas!
Luf, sin poder contestar, se quedó echada con las patas hacia arriba y cara de susto. Con la polvareda que levantó, estornudó varias veces y, entre estornudo y estornudo, dijo:
—Soy yo, ¡achís!, Luf. No te imaginas ¡achís! lo que te tengo que contar, ¡achís!
La lechuza, muy alterada, se puso a volar dando vueltas alrededor de la cabeza de la bruja. Esta entendía: «Dragón..., dragón..., cazador..., huevo. ¡Tenemos que ir! ¡Venga! ¡Venga! ¡Date prisa!»
—No te comprendo, Luf. Además, me estoy mareando con tanta vuelta. Haz el favor de tranquilizarte y contarme lo que pasa.
—Estoy tranquila. Yo siempre estoy tranquila —respondió deprisa la lechuza sin dejar de volar dando vueltas.
—Bueno, aunque lo estés. Toma un poco de esta infusión de tila y cuéntamelo más despacio —sugirió la bruja Pamplinas.
Al poco, la lechuza habló más serena:
—Volando por el bosque me he enterado de que un cazador ha matado a un dragón. Bueno, mejor dicho, a una dragona. Y parece ser que, en su nido, hay un huevo sin abrir. Tenemos que ir a buscarlo, antes de que sea demasiado tarde. ¡Vámonos ya!...